El seminario de Logroño:
Del casco
antiguo en el centro de la ciudad,
a la antigua carretera de Zaragoza.
José Ramón Francia Silva
Antecedentes históricos y utilización polivalente
Si nos remontamos a los orígenes de la enseñanza en Logroño tenemos que
hacer alusión a la Compañía de Jesús, que a partir de 1540 en toda Europa
abrieron centros de enseñanza, aunque al principio esta faceta no la tenían
como objetivo. Parece ser que en Logroño las primeras iniciativas educativas
existieron en la
Iglesia de Palacio, donde se estudiaba gramática en
1515.
Ubicación del Seminario a mitad del siglo XIX
El Seminario de Logroño a finales del XIX (IER)
Los esfuerzos iniciales para la puesta en marcha de un colegio en nuestra
capital datan de 1559, por parte de Ignacio de Loyola (1491-1556) y del obispo
de la diócesis Juan Bernal (1495-1556), que son los que tuvieron la iniciativa.
Logroño se había convertido en un núcleo importante, donde se había
desarrollado el comercio y la viticultura. De este modo se atendía a la
educación de Logroño y aldeas próximas, para la formación de personas de la
administración, ya que empezó a ser un centro de poder importante en la
diócesis (Armas Lerena, Noemí:
“Los primeros años de la Compañía de Jesús en
Logroño”, Brocar 19,1995, 65-83.
Antiguo Seminario en el actual Paseo del Espolón (soldevilla@fer.es)
Recordemos que en esta época y también posteriormente, la diócesis de
Calahorra y La Calzada, además de La Rioja, abarcaba el País Vasco, Burgos,
Soria y parte de Navarra. Logroño era el núcleo más importante donde residía el
obispo (aunque no de forma oficial), el corregidor, y a partir de 1570 el
Tribunal de la Inquisición.
No obstante este colegio no pudo registrarse como fundación por carencia
de fondos hasta 1683, por el obispo, que entonces estaba en Calahorra, Gabriel
de Esparza (1606-1686) que donó 24.000 ducados y así se posibilitó también
impartir las cátedras de Filosofía y Teología.
Cabe recalcar igualmente, que el clero local de las cinco parroquias que
existían en la ciudad de Logroño y los conventos de dominicos (Valcuerna), los franciscanos,
trinitarios, mercedarios, y los femeninos de Madre de Dios y San Agustín, no
recibieron bien la fundación, pues iban a acaparar las donaciones de los
logroñeses.
Estaba situado este edificio en la parte Norte del Espolón. Con el paso
de los años se fue ampliando con los solares colindantes y llegó a ocupar
bastante terreno. Sería a partir de 1767, con la confiscación de bienes a los
jesuitas por Carlos III, cuando se instaló aquí, en el centro de Logroño, el
Seminario Conciliar por el obispado de Calahorra, por Real cédula en 1769
(Sáenz de Pipaón Ibáñez, Cristina: La desaparición del Seminario Conciliar, inicio
del paseo de invierno de Logroño. Belezos, 14, 2010, 20-25).
Se puede decir que el “antiguo seminario” era una casa vieja, de cuatro
pisos, que se había ido reformando con el paso de los años y que a mitad del
XVIII pasó a la diócesis, para servir de seminario. Había, en el conjunto de la
manzana, una iglesia de estilo renacentista dedicada al Salvador, que
tenía entrada desde el exterior y también por el patio interior para los
seminaristas. La entrada exterior era por Hermanos Moroy y limitaba con Sagasta,
Muro de la Mata y Marqués de Vallejo.
Con la
Guerra de la Independencia en 1808 fue ocupado el Centro
por las tropas francesas, se destruyeron documentación y archivos y no pudo
reiniciarse la actividad académica hasta el otoño de 1815. Hay que tener en
cuenta que todavía en esta época algunos estudiantes de este centro eran de
carrera no eclesiástica. También entre
1835 y 1838 el edificio fue
requisado y utilizado como cuartel y cárcel de prisioneros carlistas.
Comienzo del curso 1838-1839 (Boletin O. P. de Logroño, 18/11/1838)
Por los datos encontrados sabemos que este centro no era un “seminario”
propiamente dicho para la formación de sacerdotes, como lo sería posteriormente,
sino que admitía a una diversidad de alumnado y también era una casa de
ejercicios espirituales para sacerdotes, casa de oración, residencia para
sacerdotes ordenados.. La situación política también influía en esta diversidad de alumnos. A partir de 1860 se estudiaban las especialidades de
gramática, filosofía y teología; había alumnos internos y externos
(Marie-Hélène
Buisine-Soubeyroux:
“El Seminario Conciliar de Logroño en la segunda mitad
del XIX, Brocar, 21, 1998, 311-319). Un avance importante sería la
resolución del
Concordato del Gobierno con la Santa Sede en 1851, por el
que se posibilitó que todas las diócesis pudieran tener un seminario.
Seminaristas internos y externos: problemática (Boletín O. de la P. de Logroño)
Curso académico 1854-1855 (Boletín O. P. de Logroño, 9/10/1854)
Estudios de Teología en Santo Domingo (B. O. P. de Logroño 10/11/1866)
En el Sexenio Democrático (o revolucionario) (1868-1874) se cerraron
las aulas y en 1873 el ejército se instaló en él, se utilizó la iglesia como
almacén, y el centro en general sirvió de hospital para heridos en la guerra y
como cárcel para los detenidos, principalmente carlistas. Durante este sexenio
los seminaristas disminuyeron bastante y el instituto aumentó el alumnado, según
nos dice Marie-Hélène Buisine-Soubeyroux.
Subasta en el Seminario (B. O. P. de Logroño 9/08/1871)
La Comisaría de Guerra y el Seminario (B. O. P. Logroño 16/10/1871)
En general, la formación que recibía el clero español en los seminarios
alcanzó un nivel notable en los siglos XVI y XVII, en comparación con la decadencia
a partir de la mitad del XIX, aunque como
hemos visto el gobierno facilitó que cada provincia tuviera un seminario.
Posteriormente, en 1887 se inauguró una carrera sacerdotal muy breve (de
un año) para solucionar la falta de sacerdotes en los años anteriores y a
partir de 1889 comenzó con una carrera breve de un año de filosofía y dos de
teología.
Para documentarse sobre los estudios en el siglo XIX en este centro de
Logroño y la vida de los seminaristas en esta época se puede leer en la obra
citada de Marie-Hélène Buisine-Soubeyroux.
Importante es señalar que en este antiguo centro, sobretodo a principios
del siglo XX, la comunicación entre alumnos internos y externos estaba
prohibida. Eran grupos totalmente independientes. Eso reflejan los datos recabados
de
José María Escrivá (1902-1975), estudiando Teología, entre los años
1918-1920. (Posteriormente en 1928 fundaría el Opus Dei y en el año 2002 sería declarado santo).
Josemaria Escrivá de Balaguer (josemariaescriva.info)
En 1917 se utilizó la planta baja como cuartel de artillería con dotación
de la sección de caballos. Solamente unos años antes había llegado la corriente
eléctrica (1910).
Valeriano Cruz Ordoñez Bujanda (1876-1936) fue uno de los primeros
alumnos de este Seminario, que fue a Roma a estudiar teología (los dos últimos
años) con una beca y el último rector de este antiguo seminario, entre 1915 y
1921. Desde este último año hasta que se inauguró el nuevo, 1929, se hizo cargo
el Obispo Fidel García (1880/1973).
La demolición de seminario antiguo
Varios fueron los factores que se pueden analizar como desencadenantes de
su demolición. Ya en el siglo XX se intentó modernizar la ciudad y crear un
paseo de invierno, que mucha gente anhelaba, ya que en “Portales”, no
entraba el sol. Además se había abierto la calle Sagasta derribando una parte
del Colegio, se había instalado el Mercado de San Blas en los jardines y otra
parte de huerta de dicho seminario, extramuros, la querían para el actual
Espolón, según revela Sáenz de Pipaón, Cristina.
Por otra parte, ya el edificio era muy viejo y había sufrido diferentes
reformas; la situación tan céntrica en la ciudad, no permitía ampliaciones y el
espacio era más que insuficiente para las diferentes actividades de
aprendizaje, hacer deporte…, y por ello comenzaron a pensar en construir otro
centro nuevo, en un emplazamiento diferente.
Inicio de la demolición (IER, Sáenz de Pipaón, C)
Fue demolido a mediados de
Noviembre de 1934 y según señala La Rioja del día 16 muchas personas se
acercaron al lugar para ver su demolición y las autoridades como el Alcalde,
Gobernador Civil y otros, asistieron a una comida extraordinaria en la
Cocina Económica.
Juan Grau, alcalde de Logroño durante la demolición (Fot. Bermemar.com)
Demolición del antiguo Seminario Conciliar de Logroño (IER, Sáenz de Pipaón, C)
Acabada la Guerra Civil se construyó la Caja de Ahorros de Zaragoza
Aragón y Rioja, la sede del Gobierno Civil durante algunos decenios, Seguros
Aurora..
El nuevo Seminario Conciliar
Algunos de los datos más relevantes que nos han quedado de los inicios y primeros años de este Nuevo Seminario, se los debemos a su segundo rector
D. Fernando Bujanda Ciordia, que acumuló fechas y datos relevantes de su construcción y primeros años.
Real Orden para la construcción del nuevo seminario
Localización (Libro, García Martínez, F. pág 24)
El nuevo seminario en planos (Fot. García Martínez, F.)
Planta baja
Piso primero
En las dos imágenes falta la Capilla Menor. Se haría posteriormente.
(Fot. García Martínez, F.)
El Código de Derecho Canónigo que fue promulgado en 1917 presentó como
novedad el establecimiento de dos tipos de seminario en cada diócesis: El
seminario
Menor y el
Mayor, con todos los servicios
independientes, excepto cocina y portería. El primero para niños y adolescentes (comunidades de Latinos y Retóricos) y el Mayor para continuar los jóvenes estudiando filosofía y teología (comunidades de Filósofos y Teólogos).
El Nuevo Seminario en L'Osservatore Romano (Libro García Martínez, F., pág 23)
En los años anteriores con 5 ó 6 años de estudio se acababa la carrera y
ahora se dispuso que serían 12. Antes, salvo al final de los estudios, se podía
hacer la carrera en ocasiones en régimen de externado, a partir de ahora el
internado se hacía cada vez más necesario. Por lo que las características del
centro, tanto a nivel de higiene, como de patios, parques para deportes,
comedores.. debían de ser los adecuados.
A raiz de esto, en 1918 es cuando se realizó una reforma importante en el
plan de estudios con una primera parte de gramática y humanidades, otra de
filosofía de tres años, y otra de teología con cuatro, que más o menos es la
que se introduciría en el nuevo seminario. (Toldrà Parés, Jaime: José Mª
Escrivá en Logroño,1915-1925 Ed. Rialp, 2007). Así lo relata José Mª
Escrivá, que estudió en el Seminario de Logroño y se ordenó sacerdote
en 1897.
Fue el obispo
Fidel García Martínez (1880/1973) el que pensó en los posibles emplazamientos del
Seminario Nuevo que él quería se construyera. Pensó en el
monte del Corvo,
añorando el Seminario de Comillas donde había estudiado (Comillas, Cantabria en
la actualidad) también localizado en un monte. Sin embargo se decantó por la
situación actual al lado de la carretera 232, el ferrocarril y con regadío), con
grandes extensiones de terreno plano para paseos, campos de deporte y huerta. El
terreno, que posteriormente a la construcción del edificio se valló, tenía una
longitud de más de
1600
metros de valla.
Fidel García Martínez (Diario de León)
Se construyó en el término
desaparecido de
Valderúa, por el que pasaba una acequia del río Lomo,
que se utilizaba para regar la huerta y también para llenar la piscina que se
construyó al lado de la tapia, por el sur.
El Seminario recién construido (Abad León F.)
El Nuevo Seminario Conciliar de Logroño. (Mundo Gráfico 18/12/1929)
Antes de construirlo se pensó que si en algún momento se prolonaba la
calle Duquesa de la Victoria, quedase el edificio al lado sur de esta calle, y
no “entorpecería” la ampliación de la ciudad.
La superficie edificada era de más de
5.000 metros
cuadrados. La primera piedra se colocó el 25 de Abril de
1928, por el entonces obispo D. Fidel. De un total de
140.000 metros cuadrados
se construyeron 5000.
Colocación de la primera piedra (Fot. Abad, F.)
El presupuesto fue de unos 3.500.000 ptas en total (el terreno unas
200.000 ptas.)
Se viajó bastante para ver seminarios, entre ellos el “Seminario Romano”
y se documentó sobre otros, y fue Logroño el que logró tener uno de los mejores
de la época (Ver El nuevo Seminario Conciliar de la Diócesis de Calahorra y La Calzada (1928) García Martínez F., Imprenta Moderna, Logroño). A su muerte en 1973, se le enterraría al obispo Fidel, bajo el presbiterio en una cripta.
El Seminario en la década de los años 30 del siglo XX (Fot. Abad León F.)
Los 3 artífices del proyecto: arquitecto, escultor y pintor.
El arquitecto de este nuevo edificio del Seminario fue Ricardo de Bastida
(1878-1953), arquitecto diocesano y municipal de Bilbao
(construyó la Alhondiga de Bilbao, el Puente levadizo de Deusto, en 1926), que
estudió en Barcelona, fue discípulo del gran arquitecto del modernismo Domènec
i Muntaner, Lluis (1850-1923) y recibió influencias de Antonio Gaudí
(1852-1926) y del también modernista Josep Puig i Cadafalch (1867-1956).
Gran amigo del entonces (1933) Ministro de Obras Públicas, Indalecio Prieto,
siendo vicepresidente del Plan de Enlaces Ferroviarios de Bilbao impulsó las
obras.
El arquitecto Ricardo de Bastida (Fot. Abad León, F.)
Algunos sacerdotes cuentan que Bastida tuvo serias discrepancias con el prelado
D. Fidel García, que en todo momento estuvo vigilando la marcha de las obras.
Encargado de obra y de confianza de D. Ricardo fue Francisco Mendiguren, que también le
acompañó en otras obras.
Construcción de los pabellones (Fot. Abad León, F.)
Algunos de los pabellones
En la fachada principal destaca una hornacina en la que se colocó la
imagen del
Salvador, titular y patrono del Seminario,
posiblemente recordando el nombre de la iglesia renacentista del seminario
anterior. Su nombre “El Salvador”
Imagen de "El Salvador", patrono del Seminario.
El vestíbulo tiene 16 columnas cilíndricas (cuatro centrales), de base
cuadrada y capitel corintio. Sirve de acceso a los diferentes pabellones y al
rectorado.
Columnas del vestíbulo
El capitel corintio de cada columna
Escalinatas nobles de piedra tallada, de acceso a cada uno de los
pabellones, además de la entrada principal, capilla y salón de actos.
Consta de planta baja, primer y segundo piso, además del semisótano, que con
ventanas en su parte alta, quedó iluminado de forma natural. Por ello, la entrada desde el exterior a cada pabellón se hace por medio de escaleras, al estar la planta noble algo más de un metro alzada del suelo.
Una de las diferentes escalinatas de acceso.
Grandes ventanales en arco llenan de luz todas las clases, salas de estudio, comedores.. en todas las plantas nobles de cada uno de los cuatro pabellones, largos pasillos y pabellón del Rectorado.
Grandes ventanas iguales en todo el complejo edificado.
Los ladrillos, de gran calidad, fueron traídos de Palencia, tierra
conocida por D. Fidel y la tarima, sin nudos y de una excelente calidad, de
clases, pasillos y habitaciones de la segunda y tercera planta, de excelente
calidad, de Guinea (Abad, León, Felipe: El nuevo seminario conciliar de la
Diócesis de Calahorra y La Calzada. Imprenta y librería Moderna, Logroño.
1928, pág 93).
La capilla mayor de
400 metros
cuadrados, con unas amplias tribunas. El presbiterio en
forma de ábside con un altar mayor exento, de mármol de una sola pieza.
Capilla Mayor del Seminario
Altar mayor de mármol, de una sola pieza
Sillería de la Capilla Mayor
La otra capilla para el Seminario Menor fue construida posteriormente. Se encuentra en la zona Sur del complejo de edificios, uniendo por el final a las dos comunidades de los primeros cursos.
Paseo que se dirige hacia la Capilla Menor, entre los pabellones de las comunidades de "Latinos y Retóricos".
Entrada desde el exterior a la Capilla Menor
Capilla Menor, frecuentada por "Latinos y Retóricos".
Una de las ventanas de la Capilla Menor
Harmonium de esta Capilla.
El salón de actos de
370 metros
cuadrados, un poco más pequeño que la capilla. Las
butacas actuales del “Salón de Actos” se fabricaron posteriormente en Ezcaray,
en 1965.
Acceso exterior al Salón de Actos.
Salón de actos (Fot. Blog Recuerdos de Logroño 1915... y MAS. Santi de Santos)
Salón de actos. Ensayo de una obra (Riojavocación 18/05/2015).
Semisótanos accesibles en toda la construcción con grandes espacios: las
cocinas (cocina y fregadero de 300 metros cuadrados)
y sus anejos (sala de lavado ‘lavaderos mecánicos’ y planchado 140, almacén
580), tuberías de calefacción, y dependencias de las Religiosas que se
encargaban de diferentes servicios, con salidas independientes al resto del
Seminario.
Preparadas para vivir en los 4 pabellones independientes las comunidades
de Latinos y Retóricos (Seminario Menor), y
Filósofos y Teólogos (Seminario Mayor). Con amplios "tránsitos" para comunicar
los diferentes pabellones.
Conviene recordar que los pabellones del
Seminario Menor (Latinos y Retóricos) eran más cortos, en un principio. En 1948 se ampliaron dado el gran número de niños seminaristas que accedían, de los diferentes pueblos.
Grandes tránsitos o pasillos de comunicación entre
pabellones, de diferentes comunidades de alumnos
En cada pabellón espacio para estar y jugar (con billares, ping-pong…)
los alumnos los días de lluvia, espacio para gimnasia, etc..
Futbolines, etc.. en el sótano (Fot RiojaVocación.es)
En las plantas bajas, capillas, salón de actos, comedores, clases,
bibliotecas, salas de visitas.. Y en las plantas primera y segunda las
habitaciones de las diferentes comunidades de alumnos y del profesorado en la
planta central.
Con 300 habitaciones individuales en total para los estudiantes.
Uno de los pasillos por los que se accede a las habitaciones individuales.
Una de tantas habitaciones individuales (Fot. Abad, F.)
Pasillo por el que se accede a salas de profesores, coro de la Capilla, etc..
Todo estaba bien estudiado, y lo podemos comprobar en la ponencia que en
1920 realizó el arquitecto de Bilbao Ricardo de Bastida y Bilbao
(1879/1953), en el II Congreso de Estudios Vascos, (Bastida, Ricardo. Edificios
escolares y sus anejos: campos de juego y de experimentación, jardines y
parques escolares; etc.. Mobiliario y material de enseñanza.. Segundo
Congreso de Estudios Vascos. Julio de 1920. Donostia)
Cada uno con su campo de fútbol y su zona de paseo, para que pueda gozar cada
comunidad de plena autonomía. Separados los pabellones con grandes patios y
lugares de “transito” (grandes pasillos) para ir de uno a otro.
Aspecto parcial de los patios interiores.
Además otro pabellón, unido al de la fachada principal, para los
profesores (Rectorado); dos espaciosos refectorios y uno para los profesores;
salas para las clases, el estudio entre clases, para las visitas de padres, etc.
Una de tantas aulas del Seminario
Consta de 848 ventanas, con 19.000 cristales. Y grandes pasadizos para acceder a los pabellones por la parte alta.
Intercomunicación entre pabellones, por la galería superior.
Exteriormente 16 frontones,
cinco campos de fútbol y zonas espaciosas para paseo y para el cultivo.
Los frontones en los años 60 del siglo pasado (Fot. Abad, F.)
En 18 meses fue acabado, por lo que en noviembre de 1929 sonaron las
campanas de la espadaña de la Capilla anunciando la inauguración. Una magnífica obra
Entrada exterior a la Capilla Mayor, con los campanillos.
Posteriormente se cedería una parte del terreno, en la parte oeste, a los
Padres Misioneros del Sagrado Corazón “Corazonístas”,
donde construyeron el edificio que existe en la actualidad, pero al parecer con
derecho a compra, en primer término, por parte de la diócesis.
Vista del Seminario y del edificio de los Padres Misioneros del Sagrado Corazón.
Colegio de los denominados frecuentemente "frailes corazonístas"
Quintín de Torre Berastegui (1877-1966) escultor bilbaíno
novecentista. Su orientación está vinculada al renacimiento italiano y a la
escultura castellana religiosa. Era amigo de
Fortuny,
Madrazo,
Picasso…,
viajero infatigable y conocedor de los artístas de su época, fue nombrado
académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1955) (Soto
Cano, María:
Los primeros años del escultor Quintín de Torre (1877-1910).
Estudios Vascos. Sancho el Sabio, 32, 2010, 43-70).
El escultor Quintín de Torre (Fot. Cofradía de la Vera Cruz, Bilbao)
El Salvador. Una de las dos obras de Quintín de Torre, en el Seminario de Logroño.
Sobresalen las dos esculturas
existentes: Una la majestuosa escultura de
El Salvador que está situada
a lo alto y presidiendo la fachada principal y
Madre de Dios, que se
encuentra en el edificio del Rectorado pero mirando a los 4 pabellones donde
está el alumnado.
Reloj, e imagen de la Virgen de Quintín de Torre orientados a los 4 pabellones del Seminario.
Aurelio Arteta (1879-1940). Estudió en Madrid en la
Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Una de las obras más importantes que hizo fueron los 12 frescos en la rotonda
de acceso al edificio del Banco de Bilbao, en Madrid, representando facetas del
hombre y la mujer vascos.
Se inauguró en 1923.
En 1924 fue nombrado primer
director del Museo de Arte Moderno de Bilbao, del que fue iniciador. Premio
nacional de pintura en 1930. Murió en el exilio, en México.
Ábside de la Capilla Mayor del Seminario del pintor Aurelio Arteta.
Padre, hijo y Espíritu Santo. Y los 4 evangelistas.
Pedro con "las llaves de la Iglesia" y Pablo con la espada.
Se observa el rostro del obispo Fidel García, bajo el nombre del apóstol Matthias.
Para algunos “El Apostolado” es una de las obras pictóricas religiosas
más importantes de Arteta y más representativas de su generación. Colocación de
los apóstoles al estilo bizantino. Apóstoles con hábito y capa, en pié,
cambiando de posición, en ambiente parecido al de Galilea y parece que bajo el mandato de "id y predicad el Evangelio".
Para identificarlos
vemos el nombre, pero Arteta trata de mostrar más la actitud de cada uno que
los atributos por los que se caracterizan. Aunque aparece San Pablo con la
espada y San Pedro con las llaves (Marrodan, Mario Ángel
: Arteta, nuestro
maestro pintor. Comunicación literaria de autores, 1979, Bilbao).
En diferentes ocasiones tuvieron discrepancias sobre el desarrollo de
este fresco Aurelio Arteta y el obispo Fidel García. Se sabe que el prelado
quería que su idea prevaleciera sobre la del pintor, y a instancias de aquel
tuvo que repetir varias veces la cabeza de la Virgen.
Pintó a María Asumpta a la derecha del padre y en actitud que favoreciera la intimidad y
estimulara la devoción.
Virgen del Seminario: María Asumpta.
Todo el ábside pintado ocupa en total unos 140 metros cuadrados
Tuvo que ser gran conocedor de la pintura al fresco, para poder realizar
tanto espacio. La pared tiene que estar recien hecha (fresca). Así el color
penetra unos dos centímetros y es más consistente, pero el yeso hay que darlo
en el mismo día en que se va a pintar, para que tome cuerpo. De ahí su
dificultad.
Aurelio Arteta (Wikipedia)
La figura de Cristo parece que es del momento inmeditamente anterior a su
ascensión. Inscripción a sus pies: Euntes predicate evangelium: Id y predicad
el evangelio.
En el centro superior, encima del hijo, estan los símbolos de los cuatro
evangelistas, el Espítitu Santo (paloma) y el Santo Padre rodeado de los
ángeles.
“Arteta constituye un caso aislado de puro romanticismo” (Diario la
Rioja, 10 de Noviembre de 1929: Mauro O. de Urbina). Hace diferentes comentarios
sobre la pintura de Arteta, para ampliar.
El Seminario durante la Guerra Civil
Sin embargo, no pasaron muchos años y estalló la Guerra Civil. Iniciado
el conflicto y después de negociaciones, el Seminario sería dedicado a hospital:
(Ver
Seminario Diocesano: Hospital Militar de Legionarios de Logroño. Memoria
1938-
39”.
Imprenta Hijos de Merino, Logroño))
. También (Orduña, Prada, Mónica:
El
voluntariado femenino en la Rioja en los inicios de la Guerra Civil. Berceo
147, 2004, 119-148).
Algunos seminaristas el año 1936 (Fot. Abad León, F)
Los profesores y los seminaristas del Seminario mayor se pudieron
instalar en el edificio colindante de los Padres Misioneros del Sagrado
Corazón, aunque algunos se tuvieron que incorporar a filas, y los
seminaristas jóvenes tuvieron que salir de la capital.
Por lo que tuvieron que marchar los seminaristas para continuar el curso
en el
Convento de San Francisco a Santo Domingo de la Calzada.
Sin embargo aquí los dormitorios eran corridos y no había unas condiciones tan adecuadas
para el “recogimiento” y el estudio y vida diaria como en Logroño.
Convento de San Francisco en Sto. Domingo de la Calzada.
Hoy Parador Nacional (Fot. Jesús Chicharro)
Al año siguiente sería en los
Padres Escolapios de Albelda
donde continuarían sus estudios. Aquí había habitaciones individuales pero
tenía escasa luz y otras deficiencias. Al acabar la Guerra en 1939 todos
volverían al Seminario pasado el verano.
Tres imágenes del Colegio de los Padres escolapios de Albelda, en el año 2010
Homenaje
a D. Marcelino Menéndez y Pelayo en el centenario de su nacimiento
En el
año 1956 se celebró en este Seminario una actuación literario-musical con
asistencia de autoridades civiles, militares y eclesiásticas.
Estuvieron presentes además del Sr. Obispo de la Diócesis, el presidente de la
Diputación, el de la Audiencia, el alcalde de la capital, el delegado de
Hacienda, coroneles de infantería y artillería, abad de la Colegiata, Guardia
Civil, director del Instituto de Enseñanza Media, de la Escuela Normal,
Comercio, Artes y oficios, decano del Colegio de Abogados, claustro del
Seminario, etc…Dirigió
la coral del Seminario Conciliar D. Pedro Francia García, acompañó al piano
Jesús Sáenz y el tenor, Ángel Álvarez.
Los años con más vocaciones en el Seminario
Entrada al Seminario Conciliar desde Avda. de la Paz
Acceso principal
Fachada central con su escalinata
Una vez pasada la Guerra el número de vocaciones creció tanto que podría
decirse que estaba al completo, sobretodo en los cursos de bachillerato
(latinos y retóricos). Se llenó principalmente de alumnos de pequeñas
poblaciones de La Rioja que muchos sacerdotes apadrinaban buscando la semilla
que diera su fruto.
El sacerdote
D. Jesús Díez con niños de
Lumbreras, viendo el Seminario
(Fot. Manuel Campmany).
El régimen de internado era bastante estricto y algunas "obligaciones" que eran imprescindibles en la vida de cada comunidad debían ser satisfechas por los internos. El incumplimiento reiterado de las normas significaba es fin de la estancia en el Centro.
La campana situada al lado del reloj y debajo de la escultura de la Virgen de Quintín de Torre sonaba cada mañana a las 6,30 horas, para iniciar el día en el Seminario Mayor (filósofos y Teólogos). Los alumnos del Menor se levantaban media hora después.
Campana que sonaba cada mañana anunciando el inicio del día, para el Seminario Mayor.
Seminaristas limpiando los tránsitos o pasillos. Años 50 del siglo XX. (Fot. Abad León, F.)
Comentario de la fotografía
Alumnos de la comunidad de Latinos. Años de entrada Seminario: 1962-63 1963-64.
Fecha de la fotografía 1964.
Nombres de los alumnos en 1º y 2º de bachillerato:
1. Vicente Mayoral Mayoral (Hornos de Moncalvillo)
2. Ángel Velasco Marrodán (Pradejón)
4. Jesús Lander Gamboa (Logroño)
5. Miguel Gil Ortiz (Ausejo)
6. Santiago Oliván Moreno (Ajamil)
7. Félix Ranedo Martínez (Herramélluri)
9. Pedro Cárcamo
11. Andrés Hernándo Maiso (San Asensio)
12. José Luis Ascarza Fernández (Santa Eulalia)
13. Félix Ruiz Martínez (Munilla)
14. José Mª García La Llana (?)
15. José Ramón Francia Silva (Pajares de Cameros)
16. Salustiano Bartolomé Pinedo (Villalobar)
17. José Antonio Sota Herce (Préjano)
19. Tomás García Sorzano Torrecilla en Cameros)
21. Carlos de Juana Basoco (Cuzcurrita)
24. Santiago Ruíz Zapatero (Cervera)
25. Jesús Martínez Martínez (Badarán)
26. Ángel F. Sáenz-Torre García (Villalobar)
27. Cesar Herce Royo (Tudelilla)
29. Eduardo Gil de Muro Arconada (Arnedo)
30. Ángel Sáenz Garrido (Autol)
32. Juan Manuel Monzoncillo (Berceo)
33. Manuel Alonso Fauste (Alfaro)
36. Tomás Marín Cabezón (Villoslada)
37. Francisco Moreno Ruiz (Torrecilla en Cameros)
38. Joaquín García Sáenz (Nájera)
39. José Rivera García (Logroño)
40. Francisco Javier Cordón Ezquerro (Pradejón)
41. José J. Moreno Pascual (Arnedo)
45. Agapito Fernández Barahona (Sajazarra)
47. José Ignacio Hernández Barrero (Badarán)
48. Roberto Iturrioz Leza (Huércanos)
49. Cesar Izquierdo Urbina (Huércanos)
50. Miguel Ángel Martínez García (Logroño)
51. Luis Mª López Sota (Préjano)
52. Antonio Barragán Santolaya (Villamediana)
53. Valentín Izquierdo Frechilla (Logroño)
54. Félix López Rejado (Yécora)
55. Isidro Cabello Hernandorena (Aguilar del Río Alhama)
56. José Luis Becerra Grande (Haro)
58. Ángel Herrero Muñoz (Cervera)
59. Juan B. Becerra Grande (Haro)
60. Eliseo Lerena Martín (Badarán)
61. Rafael García López (Alesanco)
62. Carlos Díez Montoya (Santurde)
64. Pedro M. Benito Somalo (Uruñuela)
65. José Mª Martínez Quintanilla. (Baños de Rioja)
66. Roberto Benés Villar (Cordovín)
67. Luis Alberto Armas Angulo (Treviana)
68. Juan Carlos Martínez Glera (Azofra)
69. Sixto García Martínez (Villalobar)
70. José Mª Varona Ruiz (Treviana)
71. Ramón González Olloqui (Autol)
72. Manuel T. Vicario Rodríguez (Logroño)
73. Valentín Navarro Jiménez (Cervera)
74. Jesús Zárate Cantera (Foncea)
75. Ángel de Miguel García (Cervera)
76. José Mª Hilera Ruiz (Ábalos)
77. Juan Carlos Rubio Martínez (San Andrés de Cameros)
78. José Mª Díez Urrecho (Cuzcurrita)
79. Jesús Elizondo Moneo (Castañares)
80. Luis Antonio García Santamaría (Entrena)
81. José Mª Ibáñez Martínez (Santa Eulalia)
82. Carlos Pesos Fraile (Alcanadre)
83. Carlos de la Concepción Martínez (Logroño)
84. Rodolfo Alonso Ramos (Logroño)
85. Jesús Ezquerro Martínez (Autol)
86. Pedro J. González Jiménez (Cervera)
87. José Antonio López Ladredo (Navas de Bureba, Burgos)
88. Domingo Crespo Ruíz (Enciso)
89. Pedro Medrano Escalada (Rincón de Soto)
90. José Pérez Arresto (Gimileo)
(Si hay algún error, perdonad, ya me lo comunicareis)
Al parecer, no aparecen algunos compañeros como Ángel Blanco Monje (Villoslada), Francisco Javier Cordón Ezquerro (Pradejón), Manuel Pardo Irisarri (Rincón de Soto), José Mª Martínez Quintanilla (Baños), Cecilio Valladolid Martínez (Castañares de Rioja),
Dionisio Calvo Calvo (Santa Coloma), Rafael Caballero Barrena (Logroño).
También faltan otros ya idos del Centro: Cesar Alesón Prado (Berceo), Jesús Borra Figueras (Pradillo), Juan J. Cañas Hernáez (Matute), Jacinto Corcuera Fernández (Azofra), José Mª Delgado Ojeda (San Pedro M.), Benito P. Espinosa Casares (Cenicero), Raúl Heras Sánchez (Villar de Enciso), Jesús A. Leza Ortega (Villoslada), J. Emilio Nestares Martínez (Daroca), Pedro Pérez Álvarez (Santa Coloma).
Como posiblemente os imaginéis no he sido yo solo el que se ha atrevido a identificar a la gran mayoría del grupo. Tenéis que agradecérselo, a vuestros también compañeros Isidro Cabello Hernandorena y Joaquín García Sáenz. Espero me ayudéis a acabar de identificar a todos.
Si conoces a los compañeros que aparecen sin nombre en la fotografía anterior, escríbeme y me dices su nombre, o el apellido.
Si por otra parte, has estado en el Seminario de Logroño en algún curso desde el año 1929-30 hasta el 2006-07, escríbeme. a ver si te encuentro con tus compañeros de curso.
Después de este paréntesis anterior, continuamos...
Por lo que respecta al
reglamento interno del Seminario, el
anterior a 1928 era todavía más estricto (según
Marie-Hélène
Buisine-Soubeyroux) que en este nuevo. No obstante el
silencio mayor (espacio del día de mayor recogimiento) abarcaba desde antes de
la cena hasta después del desayuno, en ambos (antiguo y nuevo).
Ejercicios de Educación Física en un patio interior.
En el Nuevo Seminario, en el
refectorio, y en las cenas se leía el
martirologio romano y después la vida de algún santo. Al mediodía algún libro
interesante, algunas noticias del periódico del día y se podía hablar (Deo gracias) en determinados momentos.
En el centro, el edificio del refectorio de las comunidades de Latinos y Retóricos.
Uno de los refectorios (Fot. Abad León, F.)
La media hora de meditación antes de la misa diaria, la “visita” a la
capilla al mediodía, el Rosario,.. era lo cotidiano. También los partidos de fútbol y competiciones con otros colegios... Y los paseos y charlas
bajo los cedros y abetos escuchando los pájaros, algo inolvidable para todos
los que se formaron en él.
Se podía elegir entre fútbol, baloncesto, balonmano y pelota.
Seminaristas jugando al fútbol. Década de los 50 del siglo XX. (Fot. Abad León, F.)
Equipos hacia el año 1965
(Fot. Miguel A. Pascual Mayoral y c. Vicente Mayoral)
Equipo jóvenes futbolistas del Seminario, hacia el año 1967.
Seminaristas paseando. Año 1967.
Entre la nieve
Uno de los jardines
La importancia del latín estudios del Seminario
Desde los inicios del nuevo Seminario el conocimiento del latín era uno
de los ejes fundamentales de todo el bachillerato, con clases diarias de latín
desde los primeros cursos. Al terminar el bachillerato el dominio hablado y
escrito debía ser un objetivo conseguido. Unos libros fundamentales para este
propósito fueron los libros de “Florilegio latino”: con
ejercicios de sintaxis latina y también de un compendio de fragmentos
literarios seleccionados de diferentes autores: Cicerón, Virgilio, Ovidio..
Florilegios latinos Vol. I y II.
Como el objetivo era profundizar en la lectura e interpretación correcta
de los diferentes textos latinos, se necesitaba un adecuado conocimiento de la
terminología métrica de estos textos, para que la dicción fuera la adecuada. El
conocimiento de los pies métricos de los versos y estrofas, las sílabas breves
y largas, finales abiertas y cerradas, el hexámetro dactílico …, eran parte de
la temática. Con un pequeño, pero denso libro en latín, se estudiaba esta asignatura:
Prosodia et ars metrica latina.
Libro de Prosodia y métrica latinas
En los últimos años, en los estudios de Teología, había materias con
libros en latín, y por tanto el dominio debía ser absoluto. Hemos de recordar
que hasta el Concilio Vaticano II (1962-65) la misa era exclusivamente en latín.
De Sacramentis (740 págs., en latín)
El griego y el hebreo (éste solo en las primeras décadas
del siglo XX), también tenían cabida en los estudios.
Gramáticas griega y hebreas
Hasta 1965 clases de latín diarias en los primeros cursos de bachillerato,
y griego dos veces por semana, durante dos o tres años. Aunque hubo variantes,
hacia el año 1965 el plan de estudios era, cinco cursos de bachillerato, tres
de filosofía y cuatro de teología. (Abad León Felipe:
Historia viva del Seminario Nuevo de Logroño, 75 años
dando buen fruto (E-2004). Imprenta Ochoa, Logroño, 2004).
Durante el estudio. Año 1964.
(Si tienes fotos del Seminario envíamelas y todos podrán disfrutar de su visión)
Hasta 1963 no había vacaciones de Navidad ni Semana Santa: los
seminaristas estaban durante todo el año, menos un mes de verano en el
Seminario. Fue este año cuando empezaron las de Navidad y al año siguiente las
de Semana Santa, a partir del Domingo de Resurrección.
Como las vacaciones del verano con el tiempo se fueron alargando se pensó
en partirlas en dos momentos y reunir a los seminaristas durante el verano.
Existía una piscina que cumplió su misión durante bastantes años, con el agua
que venía canalizada en dirección a la huerta.
En la piscina durante el verano
Alrededores de la piscina y pérgola.
Localización de la piscina: en primer término, abajo. Años 50 del siglo pasado.
Posteriormente se ampliarían y decorarían los alrededores, como hemos visto (Fot. Abad, F.)
Sin embargo con el tiempo se
pensó en otra solución cerca de Comillas, en
Cóbreces (Cantabria), donde había
una abadía cisterciense con una hospedería que podía servir para albergar a los
alumnos durante el verano en diferentes tandas. Y en períodos de 15 días los
seminaristas de entonces pudimos bañarnos en la playa.
Excursión en Cóbreces
En la playa de Cóbreces. Pedro Francia y un seminarista.
Pedro Francia y Servando Argaiz en los jardines de la Abadía Cisterciense en Cóbreces (Santander). Año 1965.
Los seminaristas en la abadía cisterciense de Cóbreces, en 1965.
Sería a partir de 1963, con D. Julio Rodríguez de Rector, cuando se empezaría a dejar de vestir con sotana cada año un curso empezando por primero en el Seminario Menor, y
hacia 1967-68 progresivamente, en el Seminario Mayor.
Bastantes fueron los rectores del Seminario, pero el que más años lo dirigió fue Fernando
Bujanda que llevó su dirección durante 32 años.
Profesores y formadores del Seminario de Logroño. Algún detalle.
Muchos han sido los que de alguna forma han estado implicados en la formación. Cada uno desde su cometido los rectores, prefectos, directores espirituales, secretarios de estudios, ecónomos, profesores y formadores.
Pedro Francia en una edición personal nos lo relata:
Portada del libro de Pedro Francia
Una de las págs. del libro
Julio Rodríguez Gracia, formado en Comillas, ordenado sacerdote en 1930 en Roma y doctorado también aquí, fue gran científico y cofundador del IER, abrió las puertas del Seminario a la renovación con las ideas del Concilio Vaticano II reformando los estudios, fomentando los deportes, eliminando la sotana, etc.. F
ue profesor de Ciencias Naturales, Geometría, Física y Química.
D. Julio Rodríguez, investigador y rector del Seminario
Mayordomo del Seminario entre los años 1937 y 1942, por su iniciativa se construyó la piscina y se llevó a cabo la plantación de pinos y el vallado exterior con una tapia.
Fue pionero en España en la grabación de discos de música religiosa y proporcionó a las parroquias medios didácticos para dar catequesis.
En 1947 se le encomendó la dirección del Seminario menor (6 primeros cursos) y en 1963 sustituyó a D. Fernando Bujanda en la dirección de Seminario como Rector. (Fernando Bujanda lo había sido desde 1931).
En 1969 dejó el Seminario y puso en marcha el
Hogar Sacerdotal, a escasos metros del Seminario y dentro de su recinto.
Otra faceta importante de Julio Rodríguez fue la investigación arqueológica y prehistórica en La Rioja. Con un grupo de seminaristas en la década 1935-45 realizó prospecciones en Varea, Cueva Lóbrega, Monte Cantabria, Peña Miel.. Contactó con el director del Museo Arqueológico de Madrid, Blas Taracena (que encontró una capilla visigótica en Albelda), y Pedro Rioja Rubio colaboró con él. Existe la “Colección Julio Rodríguez” con algunos de sus hallazgos (Ver Beguiristain, María Amor y Castiella A. en La Colección “Julio Rodríguez” del Seminario Diocesano de Logroño. Seminario de Arqueología de la Universidad de Navarra. Dialnet).
Julio Rodríguez, en primer término. Pedro Francia García a su izquierda, y otros profesores.
Años 50 del siglo XX. (Fot Abad , F.)
Felipe Abad León, profesor de lengua y literatura del Seminario durante muchos años y Cronista Oficial de la Rioja, en su libro "Historia viva del Seminario Conciliar de Logroño" nos describe con detalle diferentes aspectos del nuevo Seminario.
Profesores recopilados de la publicación: Seminario
La formación musical
Se podrían describir y analizar diferentes aspectos de la vida en el
Seminario pero uno de los más relevantes y cuidados a lo largo de toda la
carrera era la educación musical. Para comprender la importancia que se le daba
a la formación musical en el Seminario hay que hacer referencia a
José
Ignacio Prieto, S. I. (1900-1980) que continuó con la Schola Cantorum
de Comillas
(Blog Schola Cantorum de Comillas) que fue fundada en 1910.
Sería un gran director, compositor y organista. Y esto influiría en
los profesores que la llevaron a cabo en Logroño, ya que muchos de los
profesores formadores estudiaron teología en Comillas (Cantabria).
Prieto Ignacio, dirigiendo la Schola Cantorum de Comillas. Similar a la que formaría en Logroño Pedro Francia. (Fot. Blog Schola Cantorum de Comillas)
Fermín Irigaray (1880-1971), profesor de música, organista,
y director del orfeón logroñés, que hacia 1933 interpretó el
“Himno a San
Bernabé” que, entre otras obras, como el himno al por entonces Beato Valentín de Berrio-Ochoa, creó D. Fermín.
Himno al hoy, San Valentín de Berrio-Ochoa, de Fermín Irigaray
Desde el principio se estructuraron las clases de música en el Seminario Conciliar. No obstante,
quien más años llevó la dirección fue
Pedro Francia García, que también ha tocado el órgano muchos años en la Concatedral de La Redonda, en el último cuarto del siglo XX y principios del XXI.
Ordenación sacerdotal de D. Pedro Francia García. Año 1949.
Pedro Francia García tocando el órgano en Lumbreras, su pueblo natal
La afición a la música del obispo
D. Abilio del Campo también
hizo que se formara la “Schola Cantorum” en 1953 (nos lo dice en su artículo
Marie-Hélène
Buisine-Soubeyroux) y Pedro Francia que en diferentes ocasiones me dijo que
había aprendido en Comillas con el padre José Ignacio Prieto, su
funcionamiento, la puso en práctica en Logroño, con la interpretación de la
misa de Casimiri a cinco voces.
El obispo D. Abilio del Campo
Pedro Francia García, nacido en la casa forestal de El Vivero, en La Pineda, bautizado en la aldea de San Andrés de Cameros el 4/01/1925, término municipal de Lumbreras de Cameros, estudió teología en Comillas, fue Prefecto (director) del grupo Latinos (1º y 2º de bachillerato) y también de Retóricos (3º, 4º, 5º y 6º de bachillerato) durante bastantes años, fue el que tuteló la enseñanza del piano en el Seminario, la formación musical, la educación de la voz de los seminaristas y el canto polifónico en la dirección del coro "Schola Cantorum del Seminario".
El canto gregoriano era una de las
especialidades y editó una Antología Polifónica con los cánticos más frecuentes.
Índice de autores con los cánticos en la Antología
La formación musical abarcaba el conjunto de los 12 años que duraba la
carrera de sacerdocio. Duraba ½ hora cada día laborable antes de comer.
Se realizaban audiciones musicales y comentarios de la vida de
importantes autores de la historia de la música por parte de Pedro Francia durante la comida en el refectorio y también en ratos libres, era un
complemento formativo.
El coro, en la parte alta posterior de la Capilla Mayor,
donde cantaba la Schola Cantorum del Seminario
No obstante, con la desaparición del latín en las celebraciones
religiosas, fue aunque con lentitud disminuyendo la polifonía con textos en
latín y gregoriano.
El fomento de la lectura en las abundantes bibliotecas y las audiciones
musicales de autores clásicos eran dos aspectos importantes a nivel cultural.
La antigua casa del guarda
En la antigua carretera
232,
a la salida de Logroño hacia Zaragoza, ahora ya Avda. de
la Paz 114, estaba situada la
“casa del guarda”, una construcción de
adobe, al lado de la carretera, anterior al Seminario y que existía en la finca
cuando se adquirió. Felipe Abad en su libro
“Historia viva del Seminario”
nos lo relata “preexistía como casa de campo que el obispo D. Fidel García
adquirió juntamente con la finca adyacente”.
La "casa del guarda" (Fot. La Rioja)
Posteriormente se revestiría de piedra en consonancia con el tipo de
construcción del Seminario. El contratista fue el mismo que se encargó de la
obra del Seminario, el bilbaíno Ángel Macazaga.
Él mismo vivió en ella juntamente con su familia. En 1930 vivió el hortelano
de la finca del Seminario, el calagurritano Juan Azcona, y posteriormente otros
empleados del Seminario, como Luciano Morales y Rafael Caballero.
En plena destrucción (Fot. La Rioja.com)
En el año 2003 se acordó derruirla. No obstante se estudiaron
alternativas y después de bastante polémica como hacer un túnel para salvarla, el
6 de Agosto de 2009 se declaró en ruina, ya que había pasado a propiedad
municipal. Las rejas pasaron a un almacén municipal y debido al ensanchamiento
de la Avenida de la Paz se derribó.
Los seminaristas del Nuevo Seminario entre los años 1929-1997.
Es una recopilación de datos del segundo rector que tuvo este Seminario
Fernando Bujanda, y los que a finales del siglo XX recopiló Pedro Francia García en su
publicación personal “Seminaristas y sacerdotes en el Nuevo Seminario de
Logroño (1929-1997). Su número y proporción”.
Entre las reflexiones que apunta este último profesor del Seminario
durante toda su vida profesional serían:
La disminución en los años 30 debida a la influencia de la implantación de
la República y la Guerra Civil.
La exaltación religiosa en la postguerra y el prestigio del Centro
influyeron el gran aumento de vocaciones hasta los años 60.
La regresión religiosa, las becas oficiales y el aumento de renta de las
zonas rurales, que era la cantera principal de vocaciones, hizo que aumentara
el estudio de carreras civiles y disminuyeran las religiosas, a partir de los
años 70.
La disminución de vocaciones, durante las últimas décadas del siglo,
sería además del descenso de la natalidad, la disminución de la fe religiosa,..
y el pensar la juventud que lo tiene todo resuelto.
A continuación una recopilación de las admisiones y ordenaciones
en el Nuevo Seminario de Logroño, durante la mayoría de los años que estuvo
abierto en el siglo XX:
Esta publicación anterior se complementa con otra publicación de mismo profesor, Pedro
Francia, “Relación de alumnos en el nuevo Seminario de Logroño
(1929-1996)”, en la que se detallan diferentes variables: año de
nacimiento, población, profesión del padre y cursos en el Centro.
Relación de alumnos en el nuevo Seminario de Logroño (Pedro Francia)
El Seminario en el siglo XXI
Plano aéreo del Seminario. Año 2017.
Al pasear por los largos pasillos del Seminario, caracterizados por el
azul de sus baldosas, parece que no han pasado los años. La misma altura,
claridad, el mismo silencio, sin embargo llegas a cada una de las 4
“comunidades” donde estaban los alumnos y la soledad más deprimente te invade.
Por este Seminario, en el ámbito constructivo, salvo algunos cerramientos
para controlar las temperaturas, parece que no hayan pasado los años, está
prácticamente igual que cuando se construyó en 1929, sin embargo y aunque los
pasos vayan avanzando cuando caminas por los "tránsitos" como antiguamente, sabes
que ahora no los oye nadie.
Otro de tantos pasillos.
Escalinatas interiores de cada pabellón que se conservan como el primer día.
Los campos de deporte, otrora llenos de alumnos de diferentes edades
jugando al balón, al baloncesto, o al frontón de pelota, ahora se encuentran vacíos y sin
grupos de alumnos paseando por los alrededores.
Uno de los campos de fútbol en el año 2009.
Los frontones en el año 2010.
Sin embargo la Capilla Mayor sigue siendo el lugar más apropiado para la celebración del sacramento del Orden Sacerdotal cada año que hay ordenaciones.
Imágenes de la ordenación sacerdotal. Año 2016 (Fot. Jesús Mª Ortega)
En los últimos decenios, el Seminario ha sido Facultad de Derecho, vivienda del obispo
de la diócesis, casa de convivencias, se han hecho seminarios, ejercicios espirituales,
etc...
El obispo y actual presidente de la Conferencia Episcopal española, D. Juan José Omella también ha vivido en este edificio antes de ser cardenal de Barcelona en el año 2017 (Fot. La Rioja).
Segundo encuentro diocesano de monaguillos, 2016 (Fot. RiojaVocación.es)
También se ha habilitado un espacio en la zona del Rectorado para el
Archivo Diocesano, donde se puede encontrar la documentación que había en la parroquia de diferentes pueblos de la Comunidad. Dada la cantidad de datos que existen sería necesario habilitar un espacio más amplio para la investigación, recabar ayudas si no existen fondos, más personal, y ampliar horarios que hasta ahora (2016) son muy insuficientes. Si en muchos momentos históricos de siglos pasados, las parroquias de los pueblos son las únicas que han guardado datos sobre las diferentes poblaciones, se hace necesario incentivar el acceso a este espacio, facilitarlo, ampliar los horarios y poco a poco digitalizarlo.
En el año 2008, en la zona donde estuvo la piscina y anexos, ante la falta de un monasterio para las Hermanas Concepcionistas Franciscanas, se construyó el "Monasterio Madre de Dios". Hay que recordar, que el monasterio con este nombre lo fundó en 1531 D. Juan de Enciso, regidor de Logroño y Contador del Rey Carlos I. Fue incendiado en la Guerra Civil de 1936, se reconstruyó posteriormente la Iglesia pero faltaba el Monasterio.
Monasterio Madre de Dios. Concepcionistas Franciscanas de Logroño.
Vistas desde el Sur y Norte.
En la actualidad, 2016, se está remodelando
el pabellón del Este del Seminario, donde
se estudiaba Filosofía por parte de los seminaristas, para una ampliación de la residencia
sacerdotal actual. Se ha adaptado interior y exteriormente con una inversión importante, aunque desde el exterior apenas es visible.
Adaptación del pabellón de antiguos estudiantes de filosofía.
¿Que otras actividades se realizarán en el futuro?
En el libro "Seminaristas y sacerdotes en el Nuevo Seminario de Logroño (1929-1997). Su número y proporción" (Publicación personal de Pedro Francia García), se alude a la pregunta que hacía el obispo Fidel García en 1933 "¿Sabeis que actualmente solo hay en los primeros cursos de nuestro Seminario 3 alumnos?" Pedro Francia responde con esta frase del Antiguo Testamento: "Rursum post tenebras spero lucem" (Job, 17, 12): "espero la luz de nuevo después de la oscuridad".